Casavegas

Casavegas

(La Pernía, Palencia)

Casavegas se ubica en un recogido valle lateral al que se accede desviándose de la carretera CL-627 en las proximidades de Camasobres, para tomar la carretera local PP-2112. La localidad se halla protegida por Peña Maldrigo y Sierras Albas, cerca ya del límite con Cantabria.


Por este lugar, pasaba el antiguo Camino Real de Cervera a Potes, que desde aquí, remontaba la cordillera para entrar en Liébana por el collado de Sierras Albas, hacia las localidades de Caloca y Vendejo.


En un documento de 1345, aparece nombrado como “La Casa de Vegas”, lo que podría indicar que quizás su fundador llevara ese nombre.

Según el Diccionario geográfico de Sebastián de Miñano, en 1826, en Casavegas se producía “centeno, hierba y cría de ganados vacunos, lanares y de cerda” y era importante la “industria de  transporte de sales y construcción de barriles para harinas y aperos de labor“.
En el siglo pasado se explotaron varias minas de carbón muy próximas al pueblo, de las que aún quedan algunos vestigios.

 

Casavegas celebra sus fiestas el 15 de agosto, día de Nuestra Señora de la Asunción.

Casavegas en imágenes

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción se ubica en una ladera, a la entrada de la localidad. Fue reconstruida en época moderna, entre el siglo XIX y el XX, tras entrar en ruina la anterior. De época medieval, tan solo conserva la espadaña rematada a piñón, con acceso mediante escalera exterior.


El edificio consta de una nave, con arco triunfal de medio punto y dos capillas laterales. La cabecera se cubre con bóveda de crucería bellamente decorada con frescos. El altar mayor es neoclásico, con una imagen de la Virgen con el Niño, del siglo XIV. En una de las capillas, se conserva una talla en piedra de La Piedad, del siglo XVII.

Los indianos

Durante el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, se produjo una importante emigración de gentes del norte de España hacia América, en busca de mejor fortuna y nuevas oportunidades. Los que regresaban al cabo de un tiempo a su tierra natal, eran conocidos como “indianos”.


En La Pernía se dieron numerosos ejemplos de este fenómeno migratorio, que fue especialmente destacable en Casavegas, donde hubo familias que vieron partir a varios de sus miembros al continente américano, principalmente a México.

A su regreso, algunos indianos construyeron llamativas casas, como la que se encuentra al final del pueblo de Casavegas, o la “Casa de los Escudos”.

En ocasiones, gracias a la buena voluntad y generosidad de alguno de ellos, los pueblos de origen se beneficiaron de notables mejoras.

En Casavegas, destacó el caso de D. Manuel Diez Peral, que donó parte de su riqueza para dotar al pueblo de una fuente, arreglar el camino vecinal e inaugurar en 1934 el edificio de la escuela, con casa para el maestro.

Romance de Casavegas

El Romance de Casavegas es una de las joyas de la tradición oral que se han podido conservar en La Pernía.

El Bocarón del Cerraíllo

El Bocarón del Cerraíllo (también conocido como Bocarón de Casavegas, Ojo de Casavegas, o de Caloca), es uno de los sitios más pintorescos del entorno de Casavegas. A este lugar se llega siguiendo una pista durante 4 km que va ganando altura hasta llegar al límite con Cantabria. Al llegar al Cerraíllo, hay una roca con un gran agujero a modo de arco natural, a través del cual se da vista al pueblo lebaniego de Caloca. Desde este punto el paisaje es espectacular, con unas vistas inigualables a Liébana, Peña Cigal, los Picos de Europa o la Sierra de Peña Labra.

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