San Juan de Redondo
(La Pernía, Palencia)
San Juan de Redondo es junto con Santa María de Redondo, una de las localidades del Valle de Redondo. Estas dos poblaciones, separadas apenas 1 km, han estado muy vinculadas históricamente. Antaño, incluso configuraron una única entidad territorial y administrativa, el Concejo del Valle de Redondo, que se reunía hasta inicios del siglo pasado en una casa concejil situada entre los dos Redondos.
Originalmente, el Valle y Concejo de Redondo lo conformaron tres barrios: San Juan, Santa María y San Martín, pero este último se despobló y desapareció al finalizar la Edad Media.
Redondo aparece mencionado en el Cartulario de Liébana en 1095 como “Rotundo“.
Sus orígenes se remontan a los primeros tiempos de las repoblaciones y su nombre habla de campos rotundos o cotos redondos, pequeños territorios acotados por el rey o algún conde con el fin de repoblarlos.
Es conocida la ascendencia lejana de la dinastía de los Grimaldi de Mónaco en este Valle de Redondo. Gregorio de Mier y Terán, tatarabuelo de Rainiero (padre del actual príncipe de Mónaco, Alberto Il) nació en San Juan de Redondo en 1796, en uno de los linajes nobles más notables de la comarca.
En San Juan de Redondo destacan varias casonas blasonadas, que muestran en sus fachadas de piedra escudos heráldicos de los Celis, Terán o los Vélez, entre otros.
Junto al río Pisuerga, se disfruta de un agradable espacio a la sombra de grandes chopos, donde se encuentra el antiguo molino harinero, la bolera y el potro de herrar.
San Juan de Redondo celebra sus fiestas el 29 de agosto, día de San Juan Degollado.
La iglesia de San Juan de Redondo es la única iglesia de La Pernía que posee torre campanario en lugar de espadaña. Sobre la puerta de acceso se halla un escudo con elementos eclesiásticos datado en 1618. El interior de la iglesia destaca por la amplitud y la altura, con majestuosas bóvedas estrelladas bellamente decoradas. El retablo mayor es de estilo rococó, con imagenes de San Pedro y San Pablo del s. XVIII y un San Juan Bautista del s. XVI. En el remate hay un Cristo, también del s. XVI.
El molino de San Juan fue construido por Simón de Mier Simón y Tomasa Martínez Julián, vecinos del pueblo, en 1871. En aquel entonces era utilizado para moler trigo y centeno.
Se trata un edificio cuadrado, de dos plantas. En la planta baja está la rueda de palas o rodezno, que era movida por las aguas del río Pisuerga, conducidas a través de un cuérnago o canal. En la parte superior se encuentra la parte mecánica con el torno, la tolva y las piedras de moler. También existe en el molino un juego de medidas usado para la molienda, así como el arca donde se almacenaba el producto de la maquila.
Tras pasar años cerrado y casi abandonado, fue restaurado en el año 2005.
