Piedrasluengas

Piedrasluengas

(La Pernía, Palencia)

Piedrasluengas es el último pueblo de la provincia de Palencia por la carretera CL-627, antes de entrar en Cantabria. Además es la localidad situada más al norte y a mayor altitud de toda La Pernía (1321 m).


Su nombre está formado por dos palabras: piedras y luengas (vasto, grande), con lo que su significado podría ser “lugar de abundantes o grandes piedras”, lo que se corresponde con la realidad del lugar.


A principios del siglo XIX, en el diccionario de Sebastián de Miñano se dice sobre Piedrasluengas que “tiene grandes montes y pastos para ganado fino trashumante y en el invierno cargan mucho las nieves, y no produce nada de granos ni legumbres. Sus habitantes se dedican a la cría de ganados y a los transportes de sales de las reales fábricas de Poza y Añana, a los alfolíes de León, Zamora, Astorga y otros pueblos“.


Piedrasluengas se halla muy próximo al puerto del mismo nombre, paso natural entre la localidad palentina de Cervera de Pisuerga y los valles cántabros de Liébana y Polaciones. Es también lugar de paso del Camino Lebaniego Castellano hacia el monasterio de Santo Toribio de Liébana.


Debido a la altitud y a las abundantes nevadas, aquí no prospera la agricultura, sin embargo es una buena zona para la cría de ganado vacuno y equino.


En el recuerdo queda la nevadona de 2015, cuando sus habitantes permanecieron aislados por carretera con el resto de la provincia durante más de dos semanas, hasta que dos máquinas fresadoras lograron abrir camino, entre neveros de más de dos metros. Unos días antes se había abierto acceso por la vertiente cántabra del puerto.


El pueblo celebra la fiesta de Santa Ana, el 26 de julio.

Iglesia de Santa Ana

La iglesia de Piedrasluengas está dedicada a Santa Ana, madre de la Virgen María. Es una pequeña parroquia reformada en tiempos recientes. Consta de una nave con bóveda de cañón, bóveda de arista en la cabecera y espadaña a los pies. En el interior hay una imagen de la Virgen con el Niño del siglo XVI.

Mirador de Piedrasluengas

En el mismo Puerto de Piedrasluengas, se encuentra el conocido Mirador de Piedrasluengas, uno de los más visitados en la Montaña Palentina, por sus magníficas vistas al valle de Liébana y a los Picos de Europa.

Venta del Horquero

Actualmente en ruinas, la Venta del Horquero era la última venta que se encontraban los carreteros de Liébana y Polaciones antes de coronar el puerto, y la primera después de pasarlo para los que hacían el camino en sentido contrario. A lo largo del tiempo también se la ha conocido con otros nombres, como la Venta de Ezequiel o de las Cortes.

Ubicada a los pies de Peña Labra, en ella se vendían licores y se daba albergue a los caminantes. En su dilatada historia, esta venta fue protagonista de variados sucesos, anécdotas, coplas y poemas, como el que dejó escrito el poeta Francisco Vighi:

Venta del Horquero, arriba, en el puerto,
que de octubre a mayo la nieve bloquea.
Jergón duro; vino de sabor incierto:
Áspero es el amo, la moza, muy fea.

Tejado en goteras, donde un gato tuerto
del alero al filo solemne pasea.
El huésped que pase la noche despierto
verá salir brujas por la chimenea.

Creyentes pastores, blasfemos tratantes
cuentan, junto al trébede, mil espeluznantes
historias de duendes, crímenes y robos.

Doy las buenas noches, requiero el velón.
Oigo, allá, a lo lejos, aullar a los lobos.
Pensando en el gato, rezo una oración.

Venta del Horquero
Venta del Horquero en su estado actual

Viborera azul de Piedrasluengas

En los años 1970 el botánico Manuel Láinz y el biólogo Francisco Javier Fernández Casas describieron una nueva especie de planta, hallada por primera vez en las proximidades del Puerto de Piedrasluengas, la Viborera azul de Piedrasluengas (Echium cantabricum).

Se trata de una especie muy sensible a la alteración de su hábitat, que necesita humedad, altitud, bajas temperaturas y normalmente lugares escarpados, donde el ganado no pueda llegar.

Ha sido localizada únicamente en los entornos de la Sierra de Peña Labra, Sierra de Híjar y Valdecebollas, principalmente en la vertiente palentina, pero también en Cantabria. Al ser una planta exclusiva de un territorio tan limitado, está incluida en la Lista Roja de Flora Vascular Española y en el Catálogo de Flora Protegida de Castilla y León bajo la categoría “En peligro de extinción”.

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