Senda de La Venganza del Conde

Paisajes de leyenda

Inicio:

Distancia total:

Desnivel acumulado:

Tiempo estimado:

Dificultad:

San Salvador de Cantamuda

7,2 km

280 m

2h 20 min

Baja

Inicio: San Salvador de Cantamuda

Distancia total: 7,2 km

Desnivel acumulado: 280 m

Tiempo estimado: 2h 20 min

Dificultad: Fácil

Esta senda rememora la leyenda de La Venganza del Conde, de gran arraigo popular en La Pernía. 

La leyenda, ambientada en época medieval, tiene por protagonistas al conde Munio, la condesa Doña Elvira y una criada sordomuda que milagrosamente comenzó a hablar. Probablemente surgiera para dar explicación al nombre de la localidad de San Salvador de Cantamuda, y fue recopilada y publicada en forma de romance en 1871 por el político y jurista D. Matías Barrio y Mier, nacido en la localidad palentina de Verdeña.
 

La ruta enlaza los escenarios narrados en la leyenda, por parajes propios de cuento, entre San Salvador de Cantamuda y Peña Tremaya.

 

Iniciando el recorrido en San Salvador de Cantamuda, muy cerca de la colegiata románica y del puente medieval sobre el río Pisuerga, el trayecto cruza la carretera CL-627 a la altura de Venta Campa y asciende suavemente al principio entre prados de siega, para adentrarse después en el robledal de Matacastillo, por un viejo camino carretero. Al salir del robledal se da vista a la ladera rocosa de Peña Tremaya. Cruzando una pradería y bordeando las calizas de la peña, en un último ascenso algo más pronunciado, se llega al entorno en el que se supone que estuvo el Castillo del Conde Munio.

Posteriomente, un camino recorre la ladera norte de la peña (precaución en este tramo en época de invierno y comienzos de primavera por la posible presencia de hielo y nieve) para culminar en el Mirador de la Leyenda.


El Mirador de la Leyenda ofrece una fantástica panorámica del entorno montañoso de La Pernía. Se divisan varios pueblos rodeados de prados, bosques y peñas. Areños y Los Llazos aparecen primer plano, el Valle de los Redondos delimitado por la Sierra de Peña Labra, y hacia el norte también asoman algunas cumbres de los Picos de Europa y la Sierra de Peña Sagra, ya en Cantabria.


Junto al mirador se ha instalado la escultura de la condesa Doña Elvira, la criada sordomuda y la mula, como homenaje a la leyenda, en el lugar donde se cuenta que iniciaron su escabroso descenso por la peña.


Desde este lugar, quien lo desee puede continuar hasta la cumbre de Peña Tremaya, salvando un último tramo de pendiente más fuerte y ya sin señalización.

Mirador de la Leyenda. Senda de La Venganza del Conde (La Pernía, Palencia).

El regreso se realiza retrocediendo por el mismo camino 450 m, para descender después entre pastizales y matorrales de escobas hacia el Estrecho de San Roque, un bello paraje boscoso con robles albares, rebollos, avellanos y acebos. Tras pasar por la amplia campera del Collaín de la Corte, con vistas a Peña Tremaya y a los prados de Pradanchos, se toma una pista que se dirige a San Salvador. Un kilómetro antes del pueblo, a la izquierda del camino, se pueden apreciar los restos de un calero, testimonio de uno de los oficios perdidos en la zona.

Finalmente, se pasa al lado de la embotelladora de agua “Fuentes de Lebanza” y se cruza la carretera por un paso subterráneo, para regresar de nuevo a San Salvador de Cantamuda.

"The revenge of the Count" leyend

Cuenta la leyenda, que hace mucho tiempo, en la Peña Tremaya, vivía en un castillo el conde Munio con su joven esposa doña Elvira. 

Una fría noche de invierno, el conde, dudando de la fidelidad de su mujer, decidió expulsarla del castillo, dándole una mula coja y ciega para cargar sus cosas, y una criada sordomuda como acompañante, con el fin último de que ambas se despeñaran al bajar. Pero consiguieron salvarse, y tras encomendarse a Dios y a la Virgen, las dos mujeres y la mula lograron llegar al pueblo cercano.

Sorprendentemente, en el puente de entrada que al pueblo guiaba, la criada sordomuda comenzó a hablar, contando a las gentes del lugar allí reunidas, la injusticia cometida por su amo.

De este modo, San Salvador de Tremaya, que así se llamaba el pueblo, cambió su apellido por Cantamuda, por ser el lugar donde la muda cantó.

Se cuenta además, que en agradecimiento a su salvación, la condesa doña Elvira mandó construir la iglesia de San Salvador, donde eligió ser enterrada.

* El Ayuntamiento de La Pernía no se hace responsable de posibles accidentes durante la realización de esta u otras rutas de senderismo en el municipio.

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